Los Niños en la Huerta, un aprendizaje para toda la vida

Con muy poco se puede lograr que los niños se entretengan lejos de computadores y juegos de video, aprendan sobre la naturaleza y valoren los vegetales como alimentos sanos y ricos. Con el tiempo me convenzo cada vez más que es fundamental que cada niño pueda experiementar con semillas y plantas y cultivar cualquier cosa. A los niños les encanta la tierra, los bichos, el agua así que no cuesta mucho motivarlos, y una vez que ven los resultados los pone muy contentos.

La emoción de la cosecha
La emoción de la cosecha

Los niños tienen una gran curiosidad innata y es nuestro deber alimentar esa curiosidad más allá de los juegos de video y computadores y smartphones. Les podemos mostrar cómo funciona el mundo natural de manera bastante directa y ellos pueden tener un papel protagónico. Por otro lado, un niño que nunca tuvo contacto directo con las plantas antes de los 10 años posiblemente no las valorará en toda su vida.

Aprenden a comer vegetales
Aprenden a comer vegetales

 

Los niños que cultivan comen más vegetales. En mi experiencia ha sido mucho más fácil que nuestros niños prueben verduras que ellos mismos han cultivado, cosa que de otra manera se ponía cuesta arriba. Nuestros niños comen bastante verdura ya que la han cultivado por años, conocen como se produce y las probaron muchas veces “al pie de la mata”, con el beneficio de recibir el mejor sabor posible al estar muy fresco, ser orgánico y con el mayor sazonador de todos; el orgullo de haberlo cultivado ellos mismos. 

 

Consideraciones importantes:

Partir de semillas es definitivamente más entretenido para los niños. La recomendación es usar un buen sustrato de germinación, supervisar que los niños rieguen periódicamente y no poner todos los huevos en la misma canasta. Hacer 2 o 3 almacigueras o semilleros por si falla algo. Se puede germinar en una maceta también pero ojo con la tierra.

Los más felices: Los Papás
Los más felices: Los Papás

Otra clave es cultivar especies fáciles y rápidas con los niños, de manera que no se desanimen esperando una germinación de 30 días por ejemplo. Hay que partir por lo más fácil y rápido y dejarlos sorprenderse. Siempre recomiendo los rabanitos como primer cultivo para los niños ya que son muy rápidos, lindos y fáciles. Los rabanitos germinan en menos de una semana, llegando a veces a germinar en uno o dos días. Luego crecen muy rápido y se pueden cosechar desde 2 semanas en adelante (dependiendo de la variedad y época del año). Los zapallitos italianos son muy rápidos en temporada y producen frutos que crecen día a día. Las arvejas son más lentas pero al ser trepadoras suele ser muy interesante para los niños así como los pepinos que producen bastante. El tomate es también muy entretenido, aunque puede requerir más trabajo. Hay niños que van tomando experiencia y confianza y al final pueden cultivar cualquier hortaliza.

Los rabanitos son los reyes para los niños
Los rabanitos son los reyes para los niños

Dependiendo de la edad de los niños, su motivación y la de los padres, el trabajo puede contemplar más que sólo sembrar, regar y cosechar. Puede involucrar manejo biológico de plagas como sacar babosas y caracoles, traer chinitas para los pulgones, etc. También puede involucrar poda, reproducción por semillas o clones y muchas otras cosas entretenidas.

Hacer una huerta con niños es algo que les quedará para toda la vida.